

UNA JORNADA EMOTIVA EN EL COLÓN: ESTUDIANTES DE LA CIUDAD PROMETIERON LEALTAD A LA BANDERA ARGENTINA
En el imponente escenario del Teatro Colón, uno de los espacios culturales más emblemáticos de la Argentina, se vivió una jornada cargada de emoción y orgullo patrio. Más de 900 estudiantes de cuarto grado de escuelas primarias de la Ciudad de Buenos Aires realizaron la Promesa de Lealtad a la Bandera Nacional, en una ceremonia que reunió a familias, docentes y autoridades educativas para celebrar juntos un momento clave en la formación ciudadana de los niños y niñas.
El evento, organizado por el Ministerio de Educación de la Ciudad, tuvo lugar en el marco del mes de la Bandera, que conmemora el paso a la inmortalidad de su creador, Manuel Belgrano, y estuvo marcado por un fuerte componente simbólico y emocional. El “Sí, prometo” resonó en la sala como un gesto de compromiso con los valores de la República, la democracia, el respeto por los símbolos patrios y el amor por la Patria.
Acompañados por sus docentes, familiares y directivos, los chicos y chicas vivieron esta jornada como una verdadera fiesta cívica, en un entorno majestuoso y significativo. Muchos de ellos pisaron por primera vez el Teatro Colón, lo que sumó emoción a la experiencia, integrando en un mismo acto la educación, la cultura y la identidad nacional.
La ceremonia incluyó palabras alusivas, números artísticos y un ambiente de celebración que combinó solemnidad y alegría. Se destacó también la participación de autoridades del sistema educativo porteño, quienes resaltaron la importancia de este acto como parte del proceso de construcción de ciudadanía.
La Promesa de Lealtad a la Bandera es una tradición que forma parte del calendario escolar argentino y representa un momento bisagra en la vida escolar de los alumnos. A través de esta ceremonia, se busca sembrar en las nuevas generaciones el respeto por los valores que forjaron nuestra historia como Nación, y reforzar el sentido de comunidad, pertenencia y compromiso con el bien común.
Este tipo de actividades no solo refuerzan el vínculo entre la escuela, la familia y la sociedad, sino que también reafirman el papel de la educación pública como formadora de ciudadanos críticos, conscientes y comprometidos con su entorno.
La jornada concluyó entre aplausos, fotos, abrazos y banderas al viento. Un recuerdo imborrable para los estudiantes, y un mensaje claro: la construcción de un futuro mejor comienza con actos simbólicos como este, donde la emoción y el sentido de identidad se unen para fortalecer los lazos que nos unen como argentinos.